La formación de un Cantante requiere dos enfoques apuntando al producto final. Por un lado la construcción y entrenamiento del instumento vocal a través del manejo de la respiración y la colocación de la voz, y por otro el aprendizaje de la “ejecución” de ese instrumento en términos musicales y artísticos.

La Técnica Vocal incluye todos los trabajos necesarios para lograr los tres objetivos fundamentales en la construcción del “instrumento vocal”:
-El manejo de la respiración y el control del flujo de aire. La calidad de la voz se apoya en ésto; desarrollando la respiración diafragmática se logra estabilizar la afinación, extender los límites del registro hacia los graves y los agudos y reducir al mínimo las tensiones en la zona de las cuerdas vocales para eliminar el desgaste y la fatiga de las cuerdas y lograr el mejor timbre de la voz.
-La colocación de la voz para permitir la máxima claridad en la pronunciación y lograr la proyección de la voz hacia la audiencia.
-El estudio y práctica de los recursos expresivos de la voz como instrumento musical: ataque, extinción, ligadura, vibrato y fraseo.
El desarrollo del Repertorio se basa en profundizar los estilos y temas elegidos por los alumnos para podes poner en práctica los recurso y conceptos trabajados en la Técnica y simultáneamente ir armando la base de futuras presentaciones. Se trabaja con el acompañamiento de pistas o piano o guitarra tocados en vivo para poder familiarizarse con ambos mecanismos.


La Grabación, siendo la forma universal de compartir y mostrar el trabajo, tiene una importancia fundamental en el estudio, además de lo que significa para uno mismo poder evaluar la validez y evolución del trabajo. Desde las etapas iniciales se incentiva la grabación para generar confianza y descubrir sus posibilidades y recursos expresivos.